El FBI agregó un ex embajador venezolano al Líbano y Siria a su lista de “Búsqueda de Información” del Terrorismo, después de que la evidencia indicara que Ghazi Nasr al Din estaba usando su posición para ayudar a recaudar fondos para el grupo terrorista chiíta Hezbollah.
Nasr al Din, un doble ciudadano venezolano y libanés, cumplió ambos términos bajo el liderazgo socialista Hugo Chávez antes de su muerte y también ha servido a la cabeza del Centro Islámico Shi’a en Caracas, Venezuela, según el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. El Departamento de Hacienda designó a Nasr al Din como “partidario” de Hezbollah en 2008, con Adam J. Szubin, Director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), declarando en ese momento: “Es sumamente preocupante ver que el Gobierno de Venezuela emplea Y proveer refugio seguro a los facilitadores y recaudadores de fondos de Hezbollah “.
Al Din también se desempeñó como jefe de asuntos políticos en la embajada venezolana en Líbano.
El FBI emitió un comunicado solicitando información sobre el paradero de Nasr al Din. https://www.fbi.gov/wanted/terrorinfo/ghazi-nasr-al-din
Nasr al Din es acusado de buscar “donaciones” para Hezbollah en su papel de embajador y reunión con líderes de Hezbollah en Líbano para “discutir operaciones”. Un informe local del afiliado de la NBC WPTV afirma que el FBI cree que podría esconderse en el sur de la Florida. El gobierno socialista venezolano tiene una extensa historia de cooperación con Irán y con Hezbollah en particular. Las imágenes surgieron en 2010 de un encuentro entre funcionarios venezolanos y de Hezbolá, poco después de que Irán anunciara que pondría misiles en la nación latinoamericana.
Los ex líderes Chávez y Mahmoud Ahmadinejad eran famosos buenos amigos, con los dos haciendo varias visitas a sus respectivas naciones. En una ocasión mientras Ahmadinejad visitaba a Chávez en Caracas, los líderes bromearon sobre el lanzamiento de una “gran bomba atómica” en Estados Unidos. La amistad provocó una controversia significativa en Irán. Ahmadinejad fue duramente criticado por abrazar a la madre de Chávez en su funeral -una leve percepción del Islam- y por afirmar que Chávez sería resucitado junto a Jesucristo, que también era visto por los iraníes como un lenguaje inapropiado para un musulmán.
La participación de Nasr al Din con Hezbollah resalta la continuación de ese lazo bilateral después de la muerte de Chávez. Su sucesor, Nicolás Maduro, ha trabajado para mantener esos lazos fuertes con el sucesor de Ahmadinejad, Hassan Rouhani, participando en visitas tanto a Irán como en reuniones durante las cumbres de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Maduro, que se enfrenta a una situación económica aún más grave que la de Chávez, parece decidido a utilizar sus vínculos con Irán para ayudar a reforzar el comercio y cementar alianzas que sirven como un detrimento de los intereses nacionales de Estados Unidos, los “imbéciles imperialistas” Acusó una y otra vez de emprender una “guerra económica” contra su país.