Negar que el sábado 12 la oposición venezolana conoció un retroceso que puede perfectamente ubicarse en el día previo a las elecciones parlamentarias del 6-D, es jugar al avestruz, o, más literariamente, a personajes de novelas o cuentos que se instalaron con comodidad en el pasado para escapar de un presente que les resultaba ominoso y atroz.
Y es que, no de otra manera puede calificarse a la política de cuatro partidos de la MUD (Primero Justicia, Avanzada Progresista, UNT y AD) que optaron por “convivir pacíficamente” con el régimen de Maduro, mientras estrategias de lucha, hondamente sentidas por la sociedad civil, como el Referendo Revocatorio, eran dejadas de lado y enviadas a vivir el sueño de los justos.
Y miren que, justamente, oposición a Maduro y Referendo Revocatorio se hicieron sinónimos y consustanciales en los últimos siete meses de año que está a punto de terminar, al extremo que, era razonable pensar que uno de los dos quedaría en el camino para el próximo.
Quedó Maduro, transitoriamente, quedó Maduro, pero no porque hiciera algo por descontar un punto del 80 por ciento de venezolanos que lo rechaza, sino reprimiendo y violando los derechos humanos como todo dictador que se respete y con un lobby internacional tan eficiente que alcanzó hasta a la Casa Blanca de Barack Obama y el Vaticano del Papa Francisco.
Producto de tan desmesurado esfuerzo cortesano fue el diálogo gobierno-oposición que se instaló durante 14 días en Caracas y terminó arrebatándole un año de esperanzas al pueblo y a la sociedad civil.
Literalmente, devolviéndolos al pasado, a los tiempos en que, después de casi año, Maduro vuelve a recobrar la calma, a sentirse seguro y soñar que gobernará hasta el 2018 y adelante.
Por su parte, los cuatro partidos de la MUD que tanto hicieron por sedar y tranquilizar al dictador que padece de enanismo mental, pierden la calma, la serenidad y la confianza y de seguro que en poco tiempo comenzarán a preguntarse si no les llegó la hora de una jubilación que para algunos resultará prematura, y para otros atrasada, atrasadísima.