Victorias las dos para Venezuela, que yo le aconsejaría tomar la primera, ya que le permitiría negociar y recibir la condena que merecen los delincuentes que se prestan a colaborar, en cambio que, como jefe de un estado al margen de la ley, solo le quedaría naufragar en el poder unos meses más y perseguido como perro rabioso por el pueblo de Venezuela y la comunidad internacional. También le queda la salida de renunciar. Pero eso esta por verse.Su prepotencia y su desamor hacia Venezuela lo tienen ciego,
Es la típica situación de “perder perder” en la que solo se colocan los dictadores que, creyendo contar con un algún apoyo dentro o fuera de su país, al final no tienen ninguno o solo el suficiente para hacer las últimas estupideces que convierten en irreversible su hundimiento.
Horas críticas, de todas maneras, las de hoy, en que Venezuela y América se aproximan a reivindicar la democracia y la libertad que jamás debieron ser ofendidas en la patria Bolívar, que ahora clama por el regreso de los únicos dones con que se puede progresar en paz, justicia e igualdad.