Es una de las tantas paradojas de la economía venezolana, pero sin duda que la más escalofriante: en Venezuela el precio de la gasolina resulta “gratis”
Absurdo que, se lo debemos al populismo que desde el siglo XX arrasó con las oportunidades que nos ofrecía el ser un país petrolero, pero también a miedos políticos que no pocas veces se transforman en un mito.
Diríamos que el último -y más señalado- fue el de asociar el “Caracazo” de comienzos del 89, a un aumento del combustible de parte del presidente Carlos Andrés Pérez, y a pensar que, de ahí en adelante, cualquier aumento del precio de la gasolina, desembocaría en otro “Caracazo”.
Nada más lejos de la realidad, sin embargo, pues análisis posteriores han demostrado que las presiones económicas no jugaron un papel fundamental en el “sacudón”.
Pero fue imposible evitar que el dato no se convirtiera en una matriz política y económica que rueda desde aquellos días, y que, por tanto, ni analistas, expertos, y mucho menos politólogos, se hayan atrevido a contradecir.
Y mucho menos presidentes de la República que, de Caldera a Chávez, ni siquiera hablaron del tema.
El primero ha sido de Maduro, y sin duda será para demostrar que por esa causa no habrá más “Caracazo”, y si lo hay, no será por el aumento del precio a la gasolina.