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Edgar C. Otálvora
Oficialmente las tropas de las FARC estarían movilizándose armadas, con supervisión de la ONU, desde sus usuales campamentos hacia “zonas de preconcentración” supuestamente acordadas con el gobierno, amparados en el cese al fuego bilateral vigente. Según las FARC, esas “zonas” en realidad son los campamentos preexistentes. El 16NOV16 se produjo al sur del caribeño departamento Bolívar, un enfrentamiento armado entre el Ejército colombiano y varios guerrilleros que, según la versión oficial, realizaban acciones de extorsión. Del combate resultaron dos guerrille8ros muertos quienes serían parte del Frente 37 de las FARC, los cuales supuestamente vestían uniformes negros del ELN y documentos de ambas guerrillas.
Diversos reportes señalan que las FARC estarían en un proceso de anarquización, con una evidente pérdida de jefatura por parte del Estado Mayor. Todd Howland, representante de la ONU en materia de Derechos Humanos en Colombia y con conocimiento de primera mano sobre el tema de la guerrilla, afirmó el 17NOV16 en Bogotá que los guerrilleros de las FARC “están empezando a reagruparse pero están dejando unos vacíos de poder que están siendo ocupados por otros grupos armados”. Ejemplificando con el municipio de Tumaco, situado en el departamento de Nariño sobre la costa del Pacífico colombiano, Howland aseguro que allí existen “seis nuevos grupos, algunos son disidencia de las Farc”.
Desde el otro extremo del país, de la región de la Amazonía y Orinoquia colombiana, los reportes sobre guerrilleros disidentes de las FARC se han multiplicado. Un comunicado de la Defensoría del Pueblo de Colombia, divulgado el 11NOV16, advirtió la presencia y actividad de un “grupo disidente de las FARC” que realizan “acciones armadas” en el departamento de Vaupés. El “Frente Primero Armando Ríos” y “la compañía Urías Cuellar” de las FARC, según la Defensoría colombiana, habrían roto con la dirección de las FARC por estar en contra del acuerdo pactado en La Habana. Desde el mes de julio las FARC han intentado desmentir la disidencia de sus tropas en Vaupés, pero el reciente informe oficial pareciera confirmar el hecho. Los municipios Mitú, Carurú y Taraira del lejano y poco habitado departamento Vaupés, serían las áreas donde se localizan grupos disidentes de las FARC, justamente en los límites con la región de Cabeça do Cachorro, en el estado brasileño de Amazonas. Esta frontera presenció en 1991 el ingreso de fuerzas militares brasileñas a territorio colombiano en una operación de retaliación contra las FARC.
La disidencia de las FARC en la frontera con Brasil da peso a análisis de organismos de seguridad de gobiernos suramericanos, sobre la posible conversión de guerrilleros colombianos en mercenarios al servicio de lo que algunos ya denominan como la “nueva geografía del narcotráfico” que alcanza a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
El Acuerdo Santos-FARC prometía a los guerrilleros el pago de remuneraciones por incorporarse al “proceso de paz”, lo cual no se ha materializado por la derrota en el plebiscito. En varias regiones rurales de Colombia han sido detectados guerrilleros solicitando ayuda económica a los mismos propietarios que extorsionaban hasta hace unos meses atrás. La mutación de guerrilleros a bandas locales de asaltantes, su ingreso al ELN o a fuertes organizaciones delincuenciales ya existentes es un temor creciente.
Vía Informe Otálvora