La revolución chavista nos ha suministrado en sus 17 años algo así como 700 ministros, y, por supuesto que, a cuál más ineptos, irresponsables e inútiles.
Pienso, sin embargo, que en la rama del poder público donde más se han “lucido” estos jefes de despacho que vienen y van, regresan y se vuelven a ir, es en Defensa, donde hubo un ministro que hasta apareció en un acto de sanación pública no me acuerdo si presidida por un pastor o un babalao.
Pero lo que fuera, porque lo que quiero resaltar en este artículo es que, ningún ministro de la Defensa me parece que bate todos los récord de incompetencia, inutilidad y absurdos que el actual, Wladimir Padrino López, quien en menos de 72 horas produjo un “comunicado” hablando de “soldados y soldadas”, y ayer dio una declaración amenazando que si en Venezuela hay una invasión “él se iría a las montañas a comandar una guerra prolongada”.
Que ridiculez, anacronismo y jalamecatismo sin parangón, porque realmente, este Padrino López, está hablando de conceptos de la teoría militar de la más pura vetustez, empleados por Mao Tse Tung y Ho Chi Minh en las guerras china y vietnamita del siglo pasado y que funcionaban en unas sociedades campesinas que ya han desaparecido del globo y de una rusticidad tecnológica que hoy las haría imposibles.
O, lo que es lo mismo, que ya no hay campesinos “en armas” como en aquellos tiempos, y si los hubiera, el uso de los drones que operan sin pilotos y desde estaciones digitales, acabarían fácilmente con ellos.
Por lo tanto, cuando se habla de guerras subversivas e insurreccionales en nuestro tiempo, se apela más al concepto de operaciones urbanas y de ejércitos que se introducen y camuflan en grandes ciudades, tal las que hacen Al Qaeda e Isis y que han pasado conocerse como “asimétricas”.
Pero muy profundo y actualizado para el general Padrino López, un militar, como la revolución que defiende, del siglo pasado o del antepasado, más preocupado de complacer jefecillos como Fidel y Raúl Castro, Chávez y Maduro, que de tener un gesto de dignidad con una Venezuela que hace ya tiempo decidió no considerarlo general, ministro y venezolano.