Uno de los principios en la formación de la carrera militar es el honor. Al menos así era en los tiempos previos a la “revolución” chavista. La saña y maldad con la que actúan los efectivos en la Venezuela actual ha demostrado que la orden es aniquilar y aunque los organismos responsables lo niegan, la evidencia habla por sí sola.
Desde Nicolás Maduro para abajo, todos los funcionarios que apoyan y trabajan para el gobierno nacional, se llenan la boca hablando de paz. La represión desmedida contra las manifestaciones de la oposición en todo el país, comprueba que se trata de falsedades. Sin embargo, ellos siempre tienen a la mano una excusa.
En principio se dijo que los efectivos castrenses debían mantenerse en resguardo de los Poderes Públicos y los Organismos del Estado. En vista de que las marchas tenían como punto de llegada lugares como la Defensoría del Pueblo o algunos de los Ministerios del país, los ataques contra las manifestaciones eran “justificados”.
Una vez más se les cae la careta ya que la movilización del sábado no tenía como objetivo llegar o siquiera pasar por alguna sede de Organismos Públicos. A pesar de ello, la represión fue la protagonista para impedir el libre desarrollo de la actividad convocada por la Mesa de la Unidad Democrática.
Diputado Rafael Guzmán resulta herido durante represión en Montalbán
La palabra paz no cabe en el diccionario de la época del “Madurismo” en el país. Una de las situaciones más temibles fue la vivida por los vecinos y manifestantes de El Paraíso y Montalbán. En la zona de Caracas la GNB persiguió, emboscó y disparó a quemarropa sin discriminación.
De nada sirve llenarse la boca llamando y pregonando paz, cuando lo que se respira en las calles del país es rabia y terror.
Amanda Colinas vía Venezuela al Día