Jesús ‘Chúo’ Torrealba anuncia su dimisión del cargo de secretario ejecutivo (en el que se desempeñaba desde 2014, como sustituto de Ramón Guillermo Aveledo). La coalición opositora tendrá ahora como eje el Congreso de la sociedad democrática, una coordinación y tres áreas: técnica, política y social. Las elecciones primarias seguirán siendo la vía principal para la selección de candidatos.
Tan anunciado esperado, el día final de la era de los secretarios generales de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llegó este viernes, luego de una trama compleja y prolongada, que ríete de Por estas calles, y, en un país de los mil sucesos, no exenta de culebrones.
Fue el mismo que hasta ayer ocupó ese cargo, Jesús Chúo Torrealba quien anunció la nueva estructura, lo que se tradujo, de forma tácita, en una renuncia a la función que cumplía desde septiembre de 2014.
¿Cómo traducir el cambio en la MUD? De acuerdo con el propio Torrealba, en la ampliación de la base con respecto a las tomas de decisiones: la participación de la sociedad civil, tres equipos de apoyo y una coordinación. Las vocerías se rotarán entre los partidos que las conforman.
El pilar de las actuaciones de la alianza opositora será, ahora, el Congreso de la sociedad democrática, en el que “van a estar todas las organizaciones políticas: las que están en la mesa como otras organizaciones, como los socialcristianos y muchos otros”.
Nuevos y viejos nombres
Los principales equipos de apoyo están concentrados en las áreas técnica, política y social. Los coordinadores: Roberto Picón (técnica), Ángel Oropeza (política) y Alfredo Padilla y Tinedo Guía (la tercera). Los tres equipos están bajo supervisión de Luis Cartaya, ahora coordinador general.
“La MUD como tal estará integrada por todas las organizaciones políticas de lucha democrática que tengan representación parlamentaria principal. Esos serán los integrantes de la MUD en esencia. Va a haber un organismo de dirección político-operativo que estará integrado por nueve organizaciones: Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular, Primero Justicia, La Causa R, Movimiento Progresista de Venezuela, Avanzada Progresista, Vente Venezuela y Alianza Bravo Pueblo”, detalló el secretario ejecutivo saliente.
La meta de todo no varía: lograr, de manera pacífica, el cambio de Gobierno y recalcar, en la sociedad venezolana, la importancia de los partidos políticos y sus actuaciones.
Meta Electoral
Ahora, ¿la reestructuración tuerce en algo los métodos de escogencia de los candidatos para próximas elecciones, las regionales, según lo previsto en la Constitución? Torrealba explicó que no: las primarias serán la norma. Los consensos, excepción.
“En Venezuela hay la necesidad urgente no solamente de una mejor oposición sino de una alternativa de poder. Para eso era absolutamente necesario que se reestructurara la Unidad Democrática… Además dijimos que era indispensable que la reestructuración no fuera simplemente un cambio facial, cosmético, sino de fondo”, añadió, tan metafórico, tan literal.
La insistencia sobre el cambio de Gobierno y de la Unidad como alternativa viable para una nueva etapa política en Venezuela quedó sellada con una frase: “la prioridad es la búsqueda de un gobierno de Unidad que en nuestro país aplique un proyecto de reconstrucción nacional consensuado”.
Con Torrealba como secretario ejecutivo, la MUD se convirtió el 6 de diciembre de 2015 en la tarjeta electoral más votada en la historia democrática de Venezuela. Un detallito nomás.
Torrealba continuará en la Unidad. Y en los barrios, según le indica su radar. Hay cosas que no puede dejar de hacer.
Marcos David Valverde vía Correo del Caroní