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Los 20 bancos privados reflejaron 187.378 millones en los plásticos y los seis del Estado 67.652 millones bastante cuestionados, de los cuales el Venezuela posee el 75% por 50.853 millones.
Seis, doce y hasta 48 cuotas de plazo se suman a la inflación que ya superó el cien por ciento. El consumo con tarjeta de crédito pareciera estar esquivando a la recesión, pero ese endeudamiento al final resultará todo lo contrario.
En los primeros cuatro meses del año, de hecho, el volumen operado por las tarjetas de crédito en abril por 255.030 millones creció 21,15% con respecto a los 210.523 millones de diciembre, más sin embargo aumentó un 138,67% frente a los 106.858 millones, para abril de 2014. Según se desprende de los datos de todo el sistema, el negocio de tarjetas sería así uno de los pocos del sistema financiero que está logrando ganarle a la inflación.
De acuerdo con los datos del sector, hoy casi el cien por ciento de las compras con tarjeta se hace en cuotas. Y tanto en comercios como en bancos admiten que el plan 48 cuotas, está dando sus frutos, acaparando ya 70% de las operaciones que se pactan a plazo, con una injerencia superior en los segmentos socioeconómicos C, D y E.
El plan se ha transformado en un motor clave para el rubro de indumentaria, medicinas y alimentos. Si bien en términos de facturación muchas empresas aseguran estar mejorando sus registros del primer cuatrimestre de 2015, en términos de volumen, la mayoría reconoce un aumento en ventas por el aumento de los precios. Pero más dramática aún es la situación de las cadenas de electrodomésticos, donde las ventas no ganan vuelo por la barbaridad de los precios.
En comparación con otros rubros, confirman en el sistema financiero, el de electro es el de menor crecimiento en lo que hace a los consumos con tarjeta de crédito, quizás por precios y desabastecimiento. El más importante es, desde siempre, el de supermercados, seguido por las farmacias.
En los bancos, no obstante, muestran un cauto optimismo. Apuestan a que lo peor no ha pasado y que el consumo en general seguirá en ascenso. La exasperación cambiaria y el agrandamiento de la brecha entre el dólar oficial y el paralelo son determinantes en este escenario. Que pudiera traer como consecuencia la explosión de la burbuja de los plásticos por falta de capacidad de pago. Tanto en los 187.378 millones de la banca privada, donde Banesco ha financiado 46.307 millones; Mercantil 43.502 millones; Provincial 37.372 millones y el Occidental de Descuento unos 21.991 millones, más los 67.652 millones cuestionados de la banca pública con el Venezuela a la cabeza por 50.853 millones por el 75% de este total; Bicentenario con 8.428 millones por el 12,46%; Del Tesoro con 5.157 millones y el Industrial con 3.208 millones por el 4,75% de la banca del Estado.
Los que más prestaron
En abril el financiamiento de los plásticos creció un 5,42% por 13.104 millones, al variar desde los 241.927 millones de marzo, hasta los 255.030 millones de abril. Siendo Bancaribe el que mayor incremento neto demostró por 2.641 millones, seguido del Venezuela en 2.122 millones, Provincial con 1.971 millones, Occidental de Descuento en 1.438 millones, el Exterior con 1.415 millones y el Mercantil con 1.089 millones de bolívares.
Consejos que no les costarán nada
Es obvio que con una inflación de más del 100%, conviene endeudarse al 30%. Sin embargo, adquirir deudas con estos plásticos es realmente fácil, pero terminar de pagarlas puede volverse un gran problema. Más, si se produce un alza de las tasas.
Lo primero que debes recordar es que cada tarjeta de crédito que tienes y cada transacción que haces con ella van creando parte de tu historial crediticio. Si sueles pagar todas sus deudas sin falta, este no será un problema. En caso contrario, más vale que no necesites un crédito bancario en algunos años.
Si tienes muchas deudas en tarjetas de crédito, deberás pagar más. Otro peligro de las tarjetas de crédito es que sus tasas de interés son muy altas. A primera vista te puede parecer que el interés es más o menos bajo pero al leer la letra chiquita del contrato te darás cuenta de que existen otros cobros. No resulta nada raro ver encontrar tarjetas que al sumar estos recargos ocultos, suman el doble del ofrecido. El interés es maravilloso cuando es tu ganancia por ahorrar, pero un serio problema si eres tú quien lo paga.
Los cargos extra son otro de los peligros de usar las tarjetas de crédito y es que pocas veces sabrás que existen hasta que te sean cobrados.
El objetivo de la compañía de tarjeta de crédito es impulsarte a gastar más de lo que realmente podrías y que así pidas más dinero que deberás pagar con intereses. No es raro que te llegue publicidad animándote a gastar en cosas que puedes querer pero no necesariamente necesitar a crédito: regalos, ropa, vacaciones, alimentos, medicinas, etc. Si no tienes la fuerza de voluntad para resistir toda esta publicidad, la empresa obtendrá exactamente lo que quiere.
El golpe final en esta estrategia son los pagos pequeños, los que te darán la idea de que las compras excesivas no son tan malas. Sin embargo, estos pequeños pagos implican un gasto enorme a largo plazo. Entre más tiempo tardes en pagar, más dinero deberás por lo que puedes terminar comprando productos al doble o triple de su precio original.
Ahora que conoces los peligros de las tarjetas de crédito puedes decidir si son o no apropiadas para ti, aunque comprendemos que son una extensión de tu salario, por culpa de la inflación incontrolada por los que tienen la responsabilidad de la economía.