Manuel Malaver
El gobierno “más electoralista” del mundo –puesto que realizaba hasta 10 elecciones por año- con el sistema electoral “más confiable” del mundo, ha decidido quitarse, definitivamente, el último vestigio de disfraz de demócrata que le quedaba y dejar al desnudo su verdadera naturaleza totalitaria y dictatorial, que no se había terminado de ponerse en evidencia porque recurría siempre a los eventos electorales para camuflajearse.
Ahora bien, dado que le resultaba imposible seguir cometiendo fraudes, porque la mayoría de los lectores los rechaza de manera visceral, decidieron sacudirse las elecciones que pondrían fin al mandato de Maduro, aceptando someterse al Referendo Revocatorio , pero con una condición: que la oposición acepte una serie de condiciones inconstitucionales, a sabiendas que con estas, sería casi (subrayo casi) imposible, revocar a Maduro.
Para ello, los radicales antirrevocatorio, gente como Maduro, Cabello, Rodríguez y Aristóbulo Istúriz -para solo nombrar a unos pocos sin duda le torcieron el brazo -porque la voluntad no la tenía- a Tibisay Lucena y ahora es otra talibana madurista que ha decidido, de forma arbitraria e ilegal que:
- La recolección de firmas del 20 por ciento para activar el revocatorio sea por estado y no a nivel nacional, como está establecido. Lo cual significa que tendríamos que ganar en cada estado con la minima cantidad de electores requerida, de lo contrario, la activación sería anulada.
- El numero de centros de votación acordados por el CNE fue solo de 1355, ubicados, en su mayoría, en lugares remotos o inaccesibles en vez de los 6500 centros solicitados. Lo cual pudiera afectar el número de lectores que pudieran trasladarse a firmar.
- Aun no se conoce la normativa que regirá el registro de los datos en los cuadernos electorales, lo cual pudiera repercutir en el tiempo que tarda cada elector colocando su firma y huella.
- El problema de los horarios, que al no ser corridos dan lugar a que los centros abran o cierren a capricho de las autoridades oficialistas.
- El número de maquinas fuera solo de 5.392 cuando lo establecido en la normativa es una maquina por cada 1000 electores. Con esto se estima que aproximadamente 4.2 millones de electores puedan colocar su huellas, justo el numero requerida para activar la consulta. Esto si todos los anteriores requisitos se cumplen a la perfección.
Estos requisitos, además de ser inconstitucionales, son por demás leoninos y dejan poco espacio a la equivocación, bien sea que se haga en el 2016 o en el 2017 o en el dos mil lo que sea.
Una inconstitucional, miserable e inadmisible argucia que la sociedad civil y los partidos democráticos unidos debemos, al unísono, alzar la voz y denunciar. Convencidos, motivados y organizados, sin muestras de debilidad ni división, para que el derecho que nos corresponde por mandato constitucional sea escuchado y respetado.
En otras palabras: que si el régimen de Maduro presiona al CNE, la sociedad civil y la oposición política democrática debemos usar la fuerza cívica, pacífica y constitucional para presionar al régimen de Maduro, pues el Referendo Revocatorio no puede estar sujeto a los que van a ser revocados, sino a los que revocan, tal como se desprende del mandato constitucional que pone la soberanía en manos del pueblo.
Es en la calle donde las auténticas democracias demuestran el poder que les confieren las mayorías, ya sea que estén el gobierno o en la oposición y si Maduro le ordena al CNE que le ponga trabas al Revocatorio, es porque están derrotados.