Los cambios en la vicepresidencia y en el gabinete Ejecutivo no solo son indicativos de un fortalecimiento radical de la ideología del chavismo; también demuestra cómo se plantea el panorama político del gobierno para este año
Las modificaciones en el Gabinete Ejecutivo no es sólo una de las medidas premeditadas para afianzar al oficialismo en el poder, sino que sirven para entender algunos de los indicios de cómo el gobierno busca tratar la política este 2017.
La designación del exgobernador del estado Aragua, Tareck el Aissami, como vicepresidente Ejecutivo de la República es un indicativo de la intención del presidente Nicolás Maduro de radicalizar la ideología del chavismo en el poder.
«Hay que reivindicar el concepto de revolución. Es el momento de comprender el tiempo histórico que estamos viviendo, y cambiar todo lo que haya que cambiar. Nos ponemos al frente para llevar la batalla juntos», fueron algunas de las declaraciones de El Aissami al momento de ser investido en el cargo de Vicepresidente el 4 de enero de este año.
Para el director de la firma ORC Consultores, Oswaldo Ramírez, el presidente de la República habría colocado sus “cartas sobre la mesa” para crear alianzas con funcionarios que actualmente se desempeñan en el gobierno.
“El presidente Maduro ha demostrado que pretende radicalizar la ideología del gobierno con estos cambios ministeriales. Designar a Tareck el Aissami es indicativo que pretender implementar alianzas estratégicas con algunos funcionarios. Un ejemplo es el responsable de las Relaciones de Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol; ya que han tenido una estrecha relación política en el pasado. Esto puede ser indicativo, que se creará un nuevo mecanismo de represión para atentar contra todo lo que sea una amenaza para el gobierno”, dijo el politólogo en una consulta realizada por El Nacional Web.
Ramírez destacó su análisis luego de que el nuevo vicepresidente de la República será el encargado de dirigir el nuevo “comando antigolpe”, que fue instalado por Maduro este martes, que pretende en conjunto con todos los organismos de seguridad “anular cualquier intento de golpe de estado” contra la nación.
El exgobernador de Aragua no llegó sólo al Poder Ejecutivo. Las asignaciones de los exdiputados Ramón Lobo y Hugber Roa como ministros de Economía y Finanzas y de Educación Universitaria, respectivamente, son otros de los movimientos ministeriales que para Oswaldo Ramírez son evidencias de cómo se pretende enfatizar las ideologías que se asemejan a las de El Aissami y del sector más radical en las filas del oficialismo.
Ideologías en las comunas y la educación
La intención de Maduro de radicalizar al Ejecutivo no sólo se basa en el cambio del Vicepresidente. Otro de los cambios en el gabinete que destaca es la incorporación del exdiputado Elías Jaua como ministro de Educación y Vicepresidente de Misiones Socialistas.
El politólogo aseguró que con este movimiento el gobierno pretender que los jóvenes tengan una participación políticas “más activas” y que esté acorde a sus lineamientos.
“Jaua, en mi opinión, nunca estuvo alejado de los movimientos sociales. Más bien, consideramos en la firma ORC Consultores que regresó a su lugar de siempre. La designación de Jaua como ministro en el área educativa es para encaminar los ideales de revolución”, destacó Ramírez.
Así mismo, resaltó que la asignación del ex diputado a la Asamblea Nacional, que es uno de los representantes más destacados del Frente Francisco de Miranda, tendrá una relación estratégica con el ahora Vicepresidente del Socialismo Territorial y ministro para Las Comunas, Aristóbulo Istúriz.
“Tenemos que hacer realidad una nueva etapa del gobierno en la calle, pero en las catacumbas del pueblo”, dijo el presidente Maduro al momento de la designación de Jaua como ministro.
Una agenda sin elecciones cercanas
Desde que el Consejo Nacional Electoral emitió la información que a finales de 2016 las elecciones para gobernadores y alcaldes, que estaban pautadas para diciembre, fueron programadas para el segundo trimestre de este año, funcionarios del gobierno nacional y afectos al oficialismo no han sacado más el tema.
Con la intención de acelerar algún proceso electoral en el país, o de al menos ponerlo como una opción política, la mayoría opositora en la Asamblea Nacional aprobó la moción de declarar el “abandono del cargo” de Nicolás Maduro como presidente de la República. Esto permitiría que se convoque a elecciones presidenciales en los próximos 30 días.
Sin embargo, y a pesar de que el Tribunal Supremo de Justicia suprimió cualquier intento de la AN de convocar elecciones al asegurar que no “tiene la potestad”, el gobierno nacional no ha demostrado las intenciones de realizar comicios en un futuro muy cercano.
“Hacer una elección amerita tiempo y por lo visto hasta ahora no están ni definidos los candidatos para unas posibles elecciones de gobernadores y alcaldes, que deberían estar pautadas para mediados de año. Hasta para hacer unos comicios presidenciales en 2018, se necesita hasta más de 24 meses para comenzar una campaña electoral”, dijo Oswaldo Ramírez en una consulta realizada por El Nacional Web.
A pesar de que Ejecutivo ni el Consejo Nacional Electoral se han manifestado en la convocatoria de unas elecciones de cualquier tipo, el politólogo resaltó que hay varios escenarios que se estarían presentando en caso de que el gobierno nacional pretenda medirse en unos comicios.
“El primer escenario sería el de dividir a la oposición para tratar que el 30% de su ‘voto duro’ sea suficiente para ganar. El segundo escenario, aplicar un plan de políticas públicas que le permita recuperar electorado y así mejorar el descontento. El tercer escenarios, es no ir a elecciones al aplicar mecanismos similares cuando se suspendió el referéndum revocatorio y se aplazaron, violando la Constitución, las elecciones regionales y municipales”, dijo Ramírez.
El especialista resaltó que “otro posible escenario” es que el presidente Maduro acceda a ir a las urnas, pero debería “sacrificar” a los alcaldes o los gobernadores.
“El presidente tendría que tomar una decisión. ¿Qué le puede generar menor impacto en las filas del oficialismo. Si tener mayoría en las alcaldías o en las gobernaciones?”, cuestionó.
Destacó que si la oposición quiere que se realicen unas elecciones es necesario que activen la agenda de presión popular.
“Las movidas del gobierno nacional son para sobrevivir hasta 2018. Sabemos que continuarán los problemas económicos, la falta de agua y las fallas en el servicio de electricidad. Es por eso que las movidas del gobierno serán: jugar con la conflictividad social y la con comida de los venezolanos”, concluyó Ramírez.