El gobierno de Venezuela zanjó una polémica limítrofe con Colombia, que provocó un reclamo diplomático de Bogotá, al derogar el decreto 1787 del 26 de mayo pasado, sobre la creación y activación de zonas de Defensa Integral Marítima e insular (Zodimain), y proclamar uno nuevo, el 1859, que hace significativos ajustes.
La molestia colombiana tenía que ver con el hecho de que el derogado decreto venezolano imponía una delimitación sobre áreas marinas y submarinas que aún están en disputa entre los dos países, lo que es algo inaceptable en el derecho internacional, detalle que ameritó una nota de protesta.
De la misma forma, en uno de sus considerandos reconoce la existencia de “territorios, áreas marinas y submarinas que están pendientes por delimitar”; y en su artículo 20 reza “que el presente decreto no tiene por objeto fijar límites territoriales, establecer delimitaciones, ni proceso alguno de demarcación, en ningún sentido”.
Además de esto, el nuevo decreto no contiene, en las descripciones de las zonas establecidas, coordenadas, que fue uno de los detalles que más irritó a las autoridades colombianas del primer decreto.
Santos regocijado
El presidente colombiano Juan Manuel Santos expresó su regocijo por la actitud del gobierno de Nicolás Maduro: “Las noticias que recibimos de Venezuela en el sentido de que se arregla este mal entendido con un decreto que expidieron lo que nos demuestra es que a través del diálogo, a través de la diplomacia, es como se resuelven los problemas. No a través de la confrontación, no a través de los insultos (…) Celebro realmente que esta diferencia, este malentendido, quede definido de una vez por todas, y nuevamente reitero la necesidad de acudir siempre al diálogo, a la diplomacia, para resolver cualquier diferencia, cualquier malentendido”.
Así las cosas, la cancillería colombiana toma este nuevo decreto como “una respuesta a la nota de protesta, “porque lo que pedíamos era que el decreto no tuviera coordenadas”, explicó la canciller María Ángela Holguín. “El gobierno de Colombia queda tranquilo (…) Agradecemos al gobierno venezolano por haber oído nuestra solicitud (…) Después de esta dificultad tenemos una muy buena respuesta del gobierno venezolano”, añadió.
Se hizo evidente que Bogotá mantuvo un activo diálogo con Caracas para superar la crisis, alejado de los micrófonos, lo que al final dio sus frutos, y que el tono del nuevo decreto es sustancialmente diferente al primero, que se centraba en seguridad y defensa.
A la luz de la alocución del lunes del presidente Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional, en la que derogó el decreto 1787, su idea es retomar la negociación con Colombia.
Holguín ha recordado que existe entre los dos países la figura de la ‘comisión binacional’ que hace tiempo no se reúne. “Esperamos retomar esa negociación que está pendiente desde hace tanto tiempo en la delimitación, y su alocución (la de Maduro) nos da muestras de querer abrir este espacio”, dijo Holguín.
Los miembros actuales de la ‘comisión binacional’, por el lado de Colombia, son Angelino Garzón, Fernando Cepeda, Pedro Gómez y Alberto Casas.
Dicho esto, la derogación del 1787 y la promulgación del 1859 no significa en modo alguno que Venezuela haya renunciado un centímetro a sus aspiraciones sobre las aguas del golfo de Coquibacoa en el diferendo limítrofe que sostiene con Colombia, por lo que se hace necesario reactivar los mecanismos de negociación binacional.
La promulgación de los decretos que delimitan las Zodimain por parte del gobierno de Caracas surgió en momentos en que crecen las tensiones de Venezuela con Guyana, país que autorizó a una multinacional petrolera la exploración en zonas en disputa, frente a la costa del Esequibo, donde Exxon Mobil confirmó una “significativa” reserva de petróleo.
Uribe al contrario
Durante la visita que cumple el senador y ex presidente de la República Álvaro Uribe Vélez en la zona de frontera, cuestionó los efectos de las relaciones entre Colombia y Venezuela durante los últimos 5 años.
Según el dirigente el papel del vecino país ha sido uno de los factores negativos para el fortalecimiento del conflicto armado y la crisis económica en el área limítrofe.
“A lo que en estos años se le ha llamado buenas relaciones, es el producto de la coca en elCatatumbo, guerrilla camuflada en Venezuela, porque allí se hospedan y pasan a la región a estimular el proceso de producción», aseguró el dirigente del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez.
De igual forma, señaló que la represión a los comerciantes por parte del Gobierno bolivariano y al libre desarrollo de la economía es un detonante para que actualmente el departamento se encuentre estancado económicamente.
“Con el cambio de moneda existente el comercio no funciona, hay que pensar en valores democráticos que unifiquen la estabilidad financiera”, agregó.
Finalmente sugirió que debe implementarse un nuevo modelo democrático que sea profundo y sincero para plantear la unión comercial. Advirtiendo, que si en un país prevalece la democracia y en el otro la dictadura, es imposible negociar y concretar acuerdos que beneficien las relaciones bilaterales.