«Es una decisión que no tiene ninguna cabida» en el proceso democrático y que «no puede ser aceptada», dijo Calheiros al instalar una sesión en el pleno del Senado.
Más temprano, el presidente de la Cámara alta, Renán Calheiros, había convocado a los jefes de los partidos para analizar la decisión que suspendió temporalmente el proceso contra la mandataria .
En una inesperada decisión, la primera que adopta desde que ocupa de forma interina la presidencia de la Cámara baja, Maranhão anunció la «anulación» de la sesión en que 357 de los 513 diputados le dieron curso al proceso contra Rousseff. Maranhão dijo haber acatado una demanda de la Abogacía General del Estado, que defiende a Rousseff y pidió la nulidad de esa votación sobre la base de supuestos «vicios» procesales.
Explicó que uno de los «vicios» detectados en esa sesión consistió en que los partidos políticos representados en la Cámara baja orientaron el voto de sus diputados, lo que no podría haber ocurrido en una decisión de esa naturaleza.
El presidente de la Cámara baja exigió al Senado que devuelva el proceso a esa instancia, para celebrar una nueva votación, pero fuentes jurídicas han puesto en duda la validez de su decisión. Con esta determinación, Calheiros decide no devolver el expediente.