Venezuela debe continuar la presente semana con la gesta que se inició en la pasada, y que, sencillamente, bautizaremos como la precursora o anunciadora de que, pronto, la antorcha de la libertad volverá a recobrar el brillo que perdió hace 18 años.
Y es que, se luchó recio en Caracas, y en todo el país, en los siete días que concluyeron ayer, y quedó abierto, como nunca, el ingreso a una batalla final que no dudamos pertenecerá a un pueblo que jamás se rindió a dictadores, ni poderes extranjeros.
Por eso, la Semana Mayor de la Cristiandad que, como sabemos, conmemora la resurrección de Cristo, será también la de la resurrección de la libertad en Venezuela, por cuanto, no se nos puede escapar que, los grandes asuntos humanos tienen un toque divino, por más que el calendario y el tiempo cósmico nos señalen que se trata de simples coincidencias.
Pero lo veremos hoy, y todos los días de la semana que comienza, notaremos como el ritual de la Semana Mayor que se nos anunciará desde los púlpitos, también se cumplirá en las gigantescas movilizaciones que ya los partidos políticos democráticos informan cumplirán con el imperativo de condenar a los dictadores, de acosarlos y de acorralarlos hasta llevarlos a la inevitabilidad de que abandonen el poder.
No será fácil, e igualmente entendemos que, tienen que realizarse quizá muchas más jornadas y tareas para que Maduro y su pandilla desaparezcan, no sean más, pero está en el deber y la obligación de quienes hoy dirigen a la oposición que así sea y pronto podamos gritar que Venezuela es libre.
Ya sabemos que el pueblo no falla cuando sus líderes son auténticos líderes y que tratándose de que el bien de la libertad vuelva a casa, está dispuesto a realizar los sacrificios que se le exijan.
Entonces, Julio Borges, Henrique Capriles, Henry Ramos, Freddy Guevara y María Corina Machado, las horas y los días que vienen son decisivos, y con el pueblo de su lado, no duden que la victoria está cerca.