Reino Unido vota el próximo 23 de junio en un referéndum que será clave para su futuro y para el del resto del continente. El país decide si continúa formando parte de la Unión Europea o si abandona la unión política y económica de los 28 países.
Aunque Brexit se ha convertido en una palabra muy utilizada en los últimos días, especialmente en los medios de comunicación, pocos saben lo que significa realmente.
El término viene de dos vocablos ingleses: ´Britain´ (Gran Bretaña) y ´exit´ (salida). Y, como su propio nombre indica, se trata de un juego de palabas de da nombre al referéndum al que los ciudadanos británicos están convocados el próximo 23 de junio.
Sin embargo, Brexit sólo hace referencia a una opción del referendo: la salida. Los ciudadanos británicos que abogan por la permanencia impulsaron el Bremain, ´Britain´ y ´remain´ (permanecer), una alternativa que no ha tenido el mismo éxito.
En el Brexit están llamados a votar todos los ciudadanos británicos, irlandeses y ciudadanos de la Commonwealth mayores de 18 años que residan en el Reino Unido. En el caso de los británicos residentes en el extranjero, deberán hacer estado en el registro electoral 15 años para poder ejercer su derecho a voto. Los únicos ciudadanos no británicos y residentes en Reino Unido que podrán votar son los malteses y los chipriotas, además de los irlandeses.
La pregunta a la que estos votantes deben responder en el Brexit es la siguiente: “¿Debe seguir siendo el Reino Unido miembro de la Unión Europea o debe abandonar la Unión Europea?”.
Pero, ¿Por qué se celebra el Brexit?
El primer ministro británico y líder del Partido Conservador, David Cameron, prometió hace tres años celebrar un referéndum si ganaba las elecciones parlamentarias de 2015. Cameron se vio obligado a hacer esta promesa para mantener su mandato ante el partido euroescéptico UKIP (Partido por la Independencia de Reino Unido).
Tras la victoria por mayoría absoluta del líder conservador en los comicios, las presiones internas dentro de su propio partido y el creciente euroescepticismo llevaron a Cameron a cumplir su promesa.
La defensa de la soberanía nacional, el orgullo por un carácter distinto al del resto de Europa, las tensiones con Bruselas o el control de la inmigración son algunos de los motivos por los que los partidos a favor de la independencia pidieron la celebración del Brexit.
¿Quiénes votan por la permanencia?
El primer ministro David Cameron y 16 de los 21 miembros de su Gobierno están a favor de permanecer en la Unión Europea. Barack Obama y presidentes de otros países como Alemania o Francia también han mostrado su apoyo a esta decisión.
El Partido Nacionalista Escocés, el Partido Laborista y el partido liberal también están a favor de la permanencia.
Su principal argumento para permanecer en la Unión Europea es que Reino Unido sale ganando al estar dentro de la comunidad política ya que puede comercializar con otros países de forma más sencilla.
¿Quiénes apoyan el Brexit?
El partido nacionalista UKIP ha sido el mayor impulsor de la campaña por la salida de la UE. Esta formación obtuvo un 13% de los votos en los pasados comicios parlamentarios.
El exalcalde de Londres Boris Johnson, varios miembros del gobierno de David Cameron y la mitad de los parlamentarios del Partido Conservador apoyan el Brexit.
Los británicos a favor de la salida del Reino Unido de la UE buscan con esta decisión recuperar el control de las fronteras del país, reduciendo el número de inmigrantes que llegan a buscar trabajo. También defienden que las medidas de la Unión Europea son excesivas y perjudican a las empresas británicas.
¿Cuál es la situación de Reino Unido en la Unión Europea?
La Unión Europea es una asociación económica y política de 28 países.
Reino Unido entró a formar parte de lo que entonces se llamaba Comunidad Económica Europea (CEE) en 1973 y, tras renegociar las condiciones de su entrada, celebró un referendo en 1975 sobre la permanencia.
Los británicos votaron a favor de quedarse, pero cuando en 1985 se creó el espacio Schengen, formado por 26 países que han abolido sus fronteras internas, decidió mantenerse al margen.
Y aunque en 1993 sí se integró al mercado único, que promueve el libre movimiento de bienes y personas como si los estados miembros fueran un solo país, no adoptó el euro y sigue teniendo su propia moneda, la libra esterlina.
Por años Reino Unido ha tenido una relación compleja con la UE, con el tema de la independencia versus la centralización en el corazón de las discusiones.
A principios de 2016 el primer ministro Cameron negoció nuevas condiciones “especiales” para el país en caso de que los británicos decidan permanecer en la UE.
Entre ellas, la seguridad de que Reino Unido no será discriminado por no estar en la Eurozona, la salvaguarda de la City de Londres como centro financiero frente a las regulaciones europeas o límites a las ayudas públicas que pueden pedir los europeos recién llegados al país.
¿Qué consecuencias podría tener el Brexit para Reino Unido?
El mercado único es el gran pilar de la Unión Europea y, en el corazón del mercado único está el libre mercado, sin tasas ni aranceles comerciales.
Pero el mercado único europeo es mucho más que una zona de libre comercio: también incluye el movimiento libre de bienes, personas y capitales.
Aunque es posible no formar parte de la Unión Europea y sí del mercado único, como es el caso de Noruega, representantes de la campaña del “Leave” afirman que no quieren que Reino Unido siga formando parte del mismo único si sale de la UE.
Dicen que la economía del país es lo suficientemente fuerte para negociar un acuerdo con la UE que les permita acceder al libre mercado sin tener que aceptar el libre movimiento de personas ni otras regulaciones.
Dado que Reino Unido ya aplica las reglas del mercado único, un acuerdo de libre comercio de bienes entre Reino Unido y la UE sería relativamente fácil, sostienen.
Pero quienes abogan por permanecer ver la salida con bastante pesimismo.
Aseguran que el “Brexit” provocaría una crisis económica en Reino Unido, una disminución de inversión en los servicios públicos y de la inversión extranjera.
El Departamento del Tesoro británico analizó las posibles consecuencias y llegó a la conclusión de que hay dos escenarios posibles.
Uno es el del “choque” y otro el del “choque severo”. Ambos apuntan a una recesión a corto plazo, pero varían mucho en su gravedad.
Lo cierto es que si Reino Unido se va de la UE y del mercado único, las consecuencias dependerán del acuerdo al que llegue con los países miembros de la UE.
¿Qué consecuencias tendría la salida del Reino Unido para Europa?
Ningún país de la Unión Europea se ha mostrado públicamente favorable al Brexit.
Y aunque hay consenso en que el mayor impacto de la salida sería sobre el Reino Unido, algunos piensan que el impacto sería también significativo sobre los demás estados miembros.
La firma británica de consultoría Global Counsel advirtió que tras el Brexit, la UE se convertiría en un socio comercial menos atractivo a nivel mundial y perdería poder internacional.
Pero también decía que esto puede verse compensado por una mayor integración política, ya que Reino Unido es uno de los miembros que se oponen con más fuerza a una mayor integración, y por una política exterior más coherente.
Aunque otras voces alertan que las divisiones en el interior de la UE van mucho más allá del papel del Reino Unido y que la marcha británica facilitaría el crecimiento de movimientos populistas que ya existen en el continente.
Otra vía por la que el Brexit podría afectar negativamente a la UE es la incertidumbre.
Si Reino Unido vota a favor de irse, el proceso hasta la salida efectiva y el establecimiento de una nueva relación estable sería largo y estaría lleno de incertidumbre, lo que podría afectar negativamente a las economías europeas.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa (OCDE), esto provocaría una caída del PIB en países europeos.
BBC MUNDO / LA NUEVA ESPAÑA.