El esqueleto del pueblo de Potosí reapareció en el estado venezolano de Táchira luego de que hace 30 años fuera expropiado y sumergido para construir una represa. La culpable ha sido la sequía.
Potosí cuando estuvo poblado y antes de la construcción del embalse y la represa La Honda
En 1984 el gobierno de Venezuela decidió construir el Desarrollo Hidroeléctrico Uribante Caparo,
que condenó a la extinción al pueblo de Potosí.
Los habitantes de la pequeña localidad, fundada a mediados del siglo XIX, tuvieron
que dejar sus casas para abrir paso al proyecto hidroeléctrico.
Bajo el agua quedó un cementerio que al igual que en 1988, reapareció este 2016 en una
sequía atribuida al fenómeno de El Niño.
La iglesia dedicada a San Isidro Labrador se construyó con una torre de 26 metros de altura
que ya sirvió en el pasado como referencia del nivel del agua.
La reciente sequía que afecta a Venezuela ha hecho emerger nuevamente los vestigios de Potosí.
La falta de agua para generar electricidad ha contribuido a los problemas energéticos del país sudamericano.
Además de Potosí, otras ocho localidades más quedaron inundadas hace más de 30 años.
El agua en el embalse La Honda ha llegado a un «nivel crítico» este año, aunque las recientes
lluvias ya han logrado acumular 10 centímetros de agua, según el gobierno.
Aunque no es la primera vez que Potosí emerge, en esta ocasión reapareció la estructura completa
de la iglesia y el terreno de la localidad hasta un kilómetro a la redonda.
con información de BBC Mundo eInfobae