Los familiares señalaron que habían acudido a distintas instancias para atenderlo, públicas y privadas. Sin embargo, relataron que por la escasez de medicinas no tenían el tratamiento completo, que consistía en Epamin y Fenobarbital de 500 mg y esto dificultaba los avances en su salud. Del Hospital Pediátrico Elías Toro de Catia, en Caracas, fue trastalado a la Clínica Loira, en El Paraíso donde murió.
“Estudiaba segundo grado en el colegio Arandu de Charallave”, escribió la activista en derechos humanos María Esperanza Hermida, quien publicó un texto titulado “El niño de la pancarta”. Tuvo sueños como cualquiera, adulto o niño, enfrentaba una enfermedad como muchos en Venezuela y mantuvo su inocencia.
“La carita de Oliver es hoy el rostro de miles de pacientes venezolanos, pues se este niño se ha convertido en un símbolo de la lucha por la vida”, comenta Hermida, quien lo conoció y recabó información para el artículo.
Distintos dirigentes y organizaciones no gubernamentales reaccionaron ante el hecho. Hasta el momento de redactarse esta nota no hubo pronunciamiento oficial por parte de ninguno de los voceros del gobierno del presidente Nicolás Maduro, quienes sostienen que en Venezuela no existe crisis humanitaria en materia de salud.
El franco escenario de confrotación entre el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial deja a la deriva problemas prioritarios para atender, como es la escasez de medicinas. La Asamblea Nacional sancionó la Ley de Crisis Humanitaria en Salud solo con voto del bloque opositor pero que aún no se traduce en acciones concretas que alienten una inmediata solución al problema. Otras acciones de la sociedad civil no han encontrado respuestas a pesar de intentar distintas vías. Tal es el caso del Centro Comunitario para el Aprendizaje (Cecodap)que introdujo una medida preventiva por escasez de medicinas pediátricas y dos veces ha sido negada por el Tribunal Superior Tercero de Protección del Niño, Niña y Adolescente del Área Metropolitana.
Acciones desde el Gobierno
Fue en febrero que se firmó la alianza entre el Gobierno y el sector farmacéutico para la producción de medicinas, que dio inicio al reimpulso del Motor Farmacéutico para hacerle frente al problema y puso en marcha otros mecanismos, bajo el brazo ejecutor del Ministerio de Salud, quien encabeza la pediatra Luisana Melo. En la actualidad, se encuentra fuera del país atendiendo la presidencia pro témpore en la Asamblea Mundial de Salud, tal como lo refiere su cuenta twitter.
El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, en la presentación de su Memoria y Cuenta ante la Asamblea Nacional, llamó al gobierno a atender el desabastecimeinto de medicamentos. Mientras que el embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA),Bernardo Álvarez, negó que el país estuviera en medio de una crisis humanitaria y consideró que se le da un tratamiento “alegre e irresponsable” al término.
El Servicio Autónomo de Elaboraciones Farmacéuticas (Sefar), ente adscrito al ministerio de Salud, se vio afectado por la falta de materia prima, insumos y repuestos según señala la Memoria y Cuenta de la institución, del año 2015. El Gobierno lanzó el centro de atención telefónica 0800-SALUDYA y al mes el presidente Nicolás Maduro admitía “mafias” en el sistema.
Recientemente, funcionarios indios admitieron un programa de intercambio de petróleo por medicamentos con Venezuela, con el fin de recuperar millones en dólares en pagos que se deben a algunas de las mayores farmacéuticas de India.
El Cambur