Cuando IBM lanzó su superordenador y sistema de inteligencia artificial Watson –bautizado así en honor al reflexivo compañero de Sherlock Holmes–, medio mundo pensó que se trataba de un experimento más, similar al de tantos otros proyectos futuristas de las grandes tecnológicas. Pero sus frutos están siendo tan tangibles y tan aplicables a la vida real que comienzan a suscitar el interés científico y comercial.
Su última aplicación (ahora, a pleno rendimiento) es muy directa: analizar la personalidad de quien se ponga por delante con solo leer (al menos) 100 palabras de cualquier discurso, alocución, email, post de Facebook, carta… El servicio Personality Insights (una de las API que emplea la potencia de cálculo de esta supercomputadora de IBM) “utiliza el análisis lingüístico para extraer un espectro de características cognitivas y socialesde la información textual que una persona genera”, según reza en la propia web de demo del servicio, de libre acceso para cualquiera.
El método para puntuar la personalidad de cada uno se basa en la teoría clásica del Big Five, es decir, los cinco rasgos básicos de nuestro carácter: apertura a nuevas experiencias, responsabilidad, extraversión, amabilidad y nivel de inestabilidad emocional. Según sus ingentes estadísticas, Watson ha deducido que las personas que buscan al emoción responden y retuitean (o comparten) más, y que aquellos con mayor puntuación en modestia y amabilidad tienden a difundir más información (propia y ajena).
El algoritmo no considera que tenga suficientes elementos de criterio hasta que obtiene al menos ese centenar de palabras, pero funciona también agrupando varios tuits (que no suelen pasar de 15 palabras) o post en Facebook (ya que son raros los que sobrepasan las 60 palabras).
PROBEMOS CON FACEBOOK
La idea inicial del equipo de investigación y programación era analizar las corrientes de opinión y de conocimiento a través precisamente de lo que se publica en las redes sociales, así que puede ser muy útil para que las marcas analicen los comentarios, por ejemplo, sobre un producto en la página de fans. En cuanto a las personas, si hacemos la prueba con un post del lunes pasado, del mismísimo fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, el resultado es el siguiente (el sistema trabaja en inglés también, obviamente):
“Usted es sentido, racional y moderado. Usted es filosófico: está abierto a nuevas ideas, le intrigan y ama explorarlas”, comienza el sistema; y no es muy desatinado en alguien que prácticamente inventó las redes sociales. Y prosigue: “Le agradan las experiencias que le dan una sensación de pertenencia”, cosa fácil siendo el creador de ese enorme club mundial.
LA “INDIFERENCIA AL ÉXITO” DE RAFA BENÍTEZ
Quizá lo mejor es que el algoritmo revela detalles de la personalidad profunda que se nos escapan, porque no están tan a la vista. Hagamos la prueba con personajes de actualidad: Rafa Benítez, entrenador del Real Madrid, tiene un talante tranquilo y desapasionado no es un secreto, pero si introducimos simplemente una respuesta de la primera entrevista que Benítez concedió a la web de su club, también se descubren rasgos inesperados [haz tú la prueba y lees las conclusiones completas]:
“Usted es una persona guiada por su propia consciencia y valores, escéptico y puede ser percibido como insensible. Usted es sereno: controla sus deseos, los cuales no son particularmente intensos. Usted es una persona desinteresada por el arte: le interesan menos las actividades artísticas o creativas que la mayoría de las personas que participaron de nuestras encuestas”. O cosas tan poco productivas para su profesión como éstas: “Usted es relativamente indiferente con alcanzar el éxito y disfrutar de la vida”.
Personality Insights proporciona, además de este dictamen, un gráfico más detallado con la composición de los rasgos de la personalidad de Benítez (o de quien queramos).
A LUIS ENRIQUE SÍ LE IMPORTA LO QUE DIGAN
Si hacemos el mismo ejercicio con el entrenador del F.C. Barcelona, Luis Enrique, las coclusiones del algoritmo también ofrecen datos que nos esperamos –lo cual confirma que tiene buen criterio–, pero arroja también detalles menos previsibles. Utilizando una entrevista de 2014, introducimos una respuesta menos deportiva y más personal, y el resultado es éste:
“Usted es sentimental, algo dependiente y convencional. Usted es organizado: siente una fuerte necesidad de mantener una vida estructurada. Usted es consciente de sí mismo: es sensible a lo que las demás personas podrían estar pensando acerca de usted. Y usted es susceptible al estrés: se abruma fácilmente en situaciones de estrés”, comienza el informe. La sensbilidad a las opiniones ajenas y la vulnerabilidad al estrés se contradicen con la imagen de relajación y seguridad en sí mismo que Luis Enrique mostraba ante la Prensa y parte del barcelonismo cuando, en la temporada pasada, las críticas arreciaban.