Quienes se acostumbraron a seguir a “Chuo” Torrealba a través de las emisiones de su exitoso programa “Radar de los barrios” por radio y televisión, posiblemente ignoren que, antes de comunicador, el nuevo Secretario Ejecutivo de la MUD fue un activista político que, bien como militante o dirigente, se curtió en copiosas acciones de calle.
Por eso, sus primeras declaraciones en el cargo han sido a favor de sacar a la MUD de algo así como el closet, escondrijo en el que, sorprendentemente, se sumergió después de las elecciones para alcaldes y concejales del 8 de diciembre pasado.
Y buena falta que le hace, pues es inconcebible que en un país que vive la aguda crisis social que sacude a Venezuela, se pueda hacer otra política que no sea una que se planteé movilizarla de punta a punta.
Claro que también tendrá otros puntos de urgente consideración el Secretario Ejecutivo y uno inaplazable es de la unidad opositora, resquebrajada después que un grupo de dirigentes de la MUD (concretamente: Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma) decidió unirse al movimiento estudiantil que se lanzó a la calle a protestar entre febrero y junio del año en curso.
Una decisión que generó muchos choques, distanciamientos y disensos pero sin que, uno ni otro de los discordes, lo hayan considerado un pretexto para romper la unidad.
Creemos que, en cuanto a este tema, es mucho lo que puede hacer “Chuo” Torrealba, pues hablamos de un dirigente político fraguado para el diálogo, uno que ha aprendido en su intensa relación con el pueblo, con las más pobres, que sin unidad no se puede llegar muy lejos.
No es, desde luego, una responsabilidad que no exija un enorme esfuerzo y una paciencia a toda prueba, pero que pensamos es una de las virtudes que más justifican el nombramiento de “Chuo” Torrealba a la cabeza de la MUD.