José Curiel
El comunismo le ofrece a los hombres el paraíso en la tierra. Una sociedad sin clases, libre y próspera, todo amor y paz. Pero la realidad del comunismo es todo lo contrario: represión, miseria, muerte; destruir la economía, liquidar las instituciones, esclavizar a los hombres. Tierra arrasada con la excusa de construir sobre las ruinas de la sociedad ese paraíso marxista.
El pueblo en la miseria y los grandes jefes en la opulencia. No importa lo que diga o piense la gente, al que disienta le espera la cárcel o la muerte. En la Rusia Soviética de Stalin y en la China de Mao masacraron a millones de personas.
Increiblemente la historia se repite y hoy hay nuevas versiones del mismo en Corea del Norte, Cuba y ahora en Venezuela. Aquí va para 20 años la destrucción sistemática del país y la liquidación de sus recursos para utilizarlos en la tarea de propagar el comunismo en América, disfrazado de bolivarianismo y de socialismo. El gran impulsor de la idea fue Fidel Castro, quien en reunión del Foro de Sao Paulo – que agrupa a los movimientos de extrema izquierda del continente- propuso que, dado el fracaso de la lucha guerrilera había que llegar al poder con mensajes populistas y una vez obtenido éste, tomar todas las instituciones y fracturar las fuerzas armadas. Así lo hizo Chávez sucedido por Maduro, para consolidarse eternamente en el poder y propagar el marxismo en el continente. No creo tener dones de profeta pero me opuse a Chávez desde que era candidato y discutí con unas cuantas personalidades sobre ésto. La mayoría me respondía que estaba equivocado, que eran exageraciones mías, pero lamentablemente el tiempo me ha dado la razón.
Hoy, frente a la reacción del pueblo venezolano, con la acción conjunta de partidos políticos y sociedad civil, con la avanzada patriótica de nuestros jóvenes, el régimen se siente acorralado. Y los cerebros cubanos y rusos que dirigen la estrategia del gobierno idearon una constituyente inconstitucional para atornillarse en el poder. Ahora frente a la reacción nacional e internacional han modificado la estrategia al asegurar que una vez electos los constituyentistas en votación suigeneris, se le consultaría al pueblo sobre si quiere o no la nueva Constitución. Esto no es más que una burda trampa que hay que rechazar: la consulta sobre si se convoca o no una constituyente debe ser previa a la elección de los constituyentistas.
Tambien hemos venido señalando desde mucho tiempo atrás que lo que sucede en Venezuela no es un problema exclusivamente nacional. Es un problema gravísimo que trasciende nuestras fronteras. Venezuela es un país invadido, un país ocupado – así como Europa con Hitler y Stalin-. Nuestra patria se ha convertido en una colonia cubana, con la presencia explotadora de rusos, chinos, iraníes y otros que han desangrado al país. Se asegura que es una organizacion internacional mafiosa, ligada al narcotráfico, al lavado de capitales, al saqueo de los recursos, al terrorismo, violador de los derechos humanos.
Pareciera que no van a ceder el poder por las buenas porque saben que tienen todo que perder: la libertad, la plata y ojalá que no la vida. Asimismo, es interés de Rusia y sus aliados el consolidar una cabeza de puente -una gran cabeza de puente- en América Latina para una posible confrontacion con los Estados Unidos.
Se dice que el ministro de la defensa de Maduro ha estado dos veces en Rusia para cerrar un pacto que le permita a la flota y a la fuerza aérea rusa tener bases en el país.
Por otra parte, se habla de maniobras conjuntas de varias naciones democráticas en territorio colombiano para una posible operación de ayuda humanitaria a Venezuela, que el gobierno de Maduro no quiere aunque el pueblo se muera de hambre. Como es sabido, Colombia está asociada a la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)…
Todos queremos una solución pacífica y constitucional, pero parece que el gobierno está provocando otra salida.
Vía Nuevo Acción.