Emili J. Blasco.
El juez no concretará la pena de prisión hasta el 7 de marzo, dando así tiempo para una posible cooperación.
Los dos sobrinos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declarados culpables de narcotráfico el viernes en Nueva York, podrían aprovechar el plazo de tres meses en que se demorará el anuncio de su condena para cooperar con la Justicia estadounidense y reducir algo el tiempo que deban pasar en prisión. Su dilema es que tendrían que denunciar a parte de su familia, presumiblemente también envuelta en actividades delictivas, según se desprende de las pruebas examinadas en el juicio. La información podría servir en otros procesos contra altos cargos del chavismo.
Efraín Campos y Franqui Flores, de 30 y 31 años, respectivamente, hallados culpables por el jurado de un delito de conspiración para introducir ochocientos kilos de cocaína en Estados Unidos, conocerán su condena el 7 de marzo, fecha tentativa avanzada por el juez de la corte de Manhattan que se ha ocupado del caso.
«Hasta ahora no se daban cuenta de que la familia les estaba sacrificando, aconsejándoles no delatar a nadie y convenciéndoles de que podían quedar libres, pero cuando este fin de semana recapaciten en su celda es posible que la situación cambie completamente», afirman fuentes que han participado en la investigación del caso. Confiesan que al principio la agencia antinarcóticos de EE.UU. y la Fiscalía se sorprendieron de que los sobrinos no quisieran cooperar, porque es lo que hacen todos los narcotraficantes, pues «nadie se autoinmola y acepta sin más una posible cadena perpetua».
«Cabello no quiere hacer este trabajo contigo»
Los sobrinos podrían intentar proteger a su familia (como su primo Nicolás, hijo del presidente venezolano, señalado por alguno de los testigos escapados a Estados Unidos, o su tío Vladimir Flores, inspector general del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, que en este juicio apareció como el suministrador de la droga), y en cambio dirigir la atención de Estados Unidos hacia otros jefes del chavismo, como Diosdado Cabello. De hecho, en una de las grabaciones escuchadas en el juicio, un interlocutor le dice a uno de los sobrinos: «Cabello no quiere hacer este trabajo contigo», dando a entender que quien fue presidente de la Asamblea Nacional anda también metido en operaciones de narcotráfico.