El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue el “comandante máximo” de la red de corrupción que desvió miles de millones de dólares de la estatal Petrobras, afirmó el miércoles 14 de septiembre del 2016 el jefe del equipo de fiscales que investiga el caso. La Fiscalía pidió que la justicia ordinaria acuse formalmente a Lula “como comandante máximo del esquema de corrupción” revelado por la Operación Lava Jato (lavadero de autos) que operó en Petrobras, dijo Deltan Dallagnol, jefe de los fiscales del caso, en una rueda de prensa en Paraná (sur).
Lula, de 70 años, es investigado en esta causa por haber recibido “ventajas indebidas” con la reforma de un apartamento triplex en el balneario de Guaruja (Sao Paulo) construido por la empresa OAS, una de las principales involucradas en esa red de corrupción, según publicó la estatal Agencia Brasil al igual que otros grandes medios brasileños. Se trata de la primera imputación formal contra Lula en las tres causas en que es investigado por supuestamente haber recibido beneficios de empresas que se favorecieron de la gigantesca red de corrupción enquistada en la petrolera estatal Petrobras.
La acusación se extiende al presidente del Instituto Lula, Paulo Okamoto, informaron los fiscales responsables por el caso en una rueda de prensa en la ciudad de Curitiba, en donde están centradas las investigaciones sobre el gigantesco escándalo de corrupción en Petrobras. Los tres cargos presentados contra Lula y su esposa son corrupción pasiva, fraude documental y lavado de capitales, según la acusación. El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó hoy que los cargos presentados por la Fiscalía en su contra «tienen motivación política», carecen de respaldo jurídico y son una «farsa».
AFP.