Aníbal Chávez, de 60 años de edad, hermano del fallecido Hugo Chávez, acaba de fallecer en el Hospital Militar de Caracas, según se dice oficialmente. La causa de su muerte fue una salmonelosis, afección gastrointestinal derivada de la ingestión de aguas o alimentos impuros, contentivos de la bacteria salmonella. Ha sido un hecho trágico, como los que suceden a diario en la Venezuela creada por la desastrosa actuación del hermano del difunto y de su reemplazo, Nicolás Maduro. En efecto, la salmonelosis en un país normal, con asistencia médica adecuada, tiene una mortalidad muy baja, de un 1-2% en adultos con buena salud, un poco más alta en ancianos y enfermos.
En la prensa de hoy, ver:http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=36741 puede leerse que la madre del fallecido denuncia la negligencia de la ministra de la Salud y dice que “si su hijo Hugo hubiese estado vivo su hijo Aníbal no habría muerto, porque se le hubiera dado atención médica prioritaria. Se le hubiera enviado a Cuba”. Lo que dice la compungida Sra. Chávez nos revela la verdadera tragedia de Venezuela. La salud en Venezuela está en manos de incompetentes, es cierto, pero ello ha sido el resultado de las políticas desastrosas en materia de salud llevadas a cabo por Hugo Chávez y Nicolás Maduro. En la Venezuela de hoy la gente muere de mengua, como parece haber fallecido Aníbal Chávez. Pedir para un venezolano de hoy atención médica prioritaria, enviarlo a Cuba, significa que el sistema de salud venezolano está colapsado, que recibir atención médica “prioritaria” estaría reservado a personas políticamente importantes y que, ante una amenaza de muerte, el paciente debería irse “a Cuba” a ser tratado.
No es aventurado afirmar que la muerte de Aníbal Chávez el producto no deseado de las políticas de salud incompetentes y trágicas de su hermano Hugo y de su “hermano” ideológico, Nicolás. En cierto sentido, su muerte fue fratricida.
Gustavo Coronel.