Puede que los trabajadores de Sidor no pertenezcan a la MUD, ni sean reconocidos por cualquier otro de los grupos opositores que existen en el país, pero que en las últimas semanas pasaron a ser el símbolo de las luchas contra el régimen militar-cívico de Maduro, es un mérito que no puede regatearles nadie. Hazaña que han logrado, por cierto, dando una lección ejemplar de unidad pues, que sepamos, no le exigen a sus afiliados tal o cual carnet de militancia política o partidista para que se incorporen a la lucha.
Por esa vía, han construido una trinchera o vanguardia, donde se han estrellado las huestes de la Guardia Nacional y la Policía Nacional tratando de reducirlos por la violencia, tal hicieron con otros movimientos populares protestatarios de data reciente.
Algo que llama poderosamente la atención con relación a los Sidoristas, es que hablamos de un movimiento sindical o gremial sin interferencias partidistas, y debe ser, no solo porque no es necesario, sino porque los partidos de oposición andan demasiado enredados en sus divisiones como para distraerse en la política real.
No es lo deseable, pero de verdad la situación política nacional vive acosada por tantas urgencias, que es difícil que nadie se detenga a esperar a otro para avanzar.
En cuanto al gobierno de Maduro, es indefectible que está acusando uno de las peores derrotadas de sus breves días, pues está bien que a la “revolución” vengan a asfixiarla burgueses, capitalistas e imperialistas…¡pero los propios trabajadores!
Y sin abandonar las calles de Ciudad Guayana por más de 15 días, cómo si fuera su propósito no volver a sus puestos de trabajo hasta que los trabajadores de toda Venezuela sigan su ejemplo.
Malos días entonces para los opositores que no quieren alcanzar la unidad, y peores para Maduro si no entiende que los derechos de los trabadores se respetan.