El ex ministro de Industrias Básicas, Víctor Álvarez, considera que la solución de los “graves” problemas que enfrenta la economía venezolana son de “anteojito” pero deben pasar necesariamente por un acuerdo nacional.
“El gobierno tiene actualmente en sus manos un conjunto de medidas que no es que se caen de anteojito, sino que se caen de maduro, y van a provocar un coletazo social. El aumento de la gasolina es una de ellas y en este tema, sin duda, hay que llegar a un acuerdo para tomar esa decisión”, afirmó el también investigador del Centro Internacional Miranda y ex presidente de la CVG, en un foro que organizó el pasado sábado la Fundación Espacio Abierto y que dirige el dirigente político Luis Manuel Esculpi.
Durante la conferencia, Álvarez fue muy enfático al afirmar que los problemas económicos tienen su origen en la concepción “extractivista” y “rentista” del modelo económico, concepción que se refleja tanto en el Programa de Gobierno de la Mesa de la Unidad Democrática como en el Plan de la Patria.
“¿En qué se parecen el Plan de la Patria y el Programa de Gobierno de la Mesa de la Unidad Democrática? Se parecen en lo esencial. En lo que ha determinado todo este trastorno que hemos sufrido a lo largo de todas estas décadas y es que ambos se plantean aumentar la producción del petróleo. Ambos son expresiones distintas del mismo modelo extractivista, rentista y si no cambiamos ese modelo, vamos a estar repitiendo y reproduciendo los mismos problemas de la IV República y de la V. Un modelo que genera todas esas anomalías, y todas esas patologías”.
“¿Cuál ha sido la gran crítica, la gran preocupación que se expresa desde la MUD, y desde el mismo gobierno? El estancamiento de la producción; el declive de la producción de Pdvsa. Allí está la preocupación, y, ¿cuál es la solución? Duplicar la extracción de más petróleo; que es la meta del Plan de la Patria”.
“En estas condiciones, ¿qué estimulo puede haber para impulsar el desarrollo agrícola y el desarrollo industrial cuando vamos a estar muy propensos a tener una tasa de cambio sobrevaluada (con el aumento de la producción) que estimula toda clase de importaciones; que inhiben la producción nacional; que desplazan la producción agrícola; que desplazan la producción industrial?”
“He allí una de las grandes contradicciones de mi gobierno”, agrega. “Y en ese sentido, yo quisiera que recapacitara, reflexionara y terminara de corregir los errores que comete justo para poder ser coherente entre el discurso de la transformación de capitalismo rentístico en un nuevo modelo socialista exportador”. “Pero resulta que todo el manejo de la política cambiaria; de la política fiscal; de la política monetaria, y la ausencia de una política industrial y agrícola; lo que hace es exacerbar y agravar los problemas que están planteados”.
Y sigue:
-Nada se ha cambiado desde que Uslar Pietri planteó su tesis de financiar procesos de acumulación. ¿Cuál es la diferencia con respecto al socialismo rentístico? Que gracias a la inversión social de la renta petrolera se ha podido reducir el desempleo, la pobreza y la exclusión social, y se atribuye a esto el efecto que ha tenido la inversión social de la renta petrolera como un éxito de política económica; y uno ve a quienes fueron mis colegas ministros hablando del éxito del modelo económico venezolano.
-Porque se confunden los éxitos atribuibles a la inversión social a los éxitos de la política económica, y esa es una primera diferencia que deberíamos aclarar.
Y he aquí que Álvarez propone que el debate nacional esté concentrado “en los elementos que deberíamos convenir para impulsar una estrategia post-extractivista”. “Porque nuestro debate está concentrado en torno a los problemas cambiarios, los problemas fiscales, los problemas monetarios; que terminan siendo el efecto, la consecuencia, la dimensión donde se expresan estos trastornos y estos desequilibrios más profundos”.
Y siguió:
-Entonces, en lugar de coincidir el Plan de la Patria y el Programa de la MUD en que se debe aumentar el petróleo, debería establecerse una gran acuerdo nacional llamado a sincronizar la disminución del extractivismo por el del crecimiento de una verdadera actividad productiva sustentada en la agricultura; sustentada en la industria; porque, a final de cuentas, esos son los sectores que nos van a dar verdadera soberanía productiva y que van a marcar una inserción distinta de Venezuela en el campo internacional.
-Por supuesto, la solución de todo esto pasa por el escenario político. El gobierno tiene actualmente en sus manos un conjunto de medidas que no es que se caen de anteojito, sino que se caen de maduro, y van a provocar un coletazo social. El aumento de la gasolina es una de ellas y en este tema, sin duda, hay que llegar a un acuerdo para tomar esa decisión.
-Además del despilfarro, esto ha llevado a que Pdvsa tenga unas finanzas muy precarias; porque no es solamente el impacto de vender la mayoría de los dólares a una tasa de 6,30, sino que a nuestra industria eso no le alcanza para pagar una nómina de más de 140 mil trabajadores; para pagar deudas con proveedores, contratistas. Pdvsa ha visto afectada sus transferencias a las misiones sociales. Hasta sus obligaciones al Fisco las tiene comprometidas. Entonces, ya allí hay que llegar a un acuerdo.
-Por ejemplo, condicionar a que no se aumente el precio de la gasolina hasta que se deje de regalar petróleo a Cuba; cuando nos salgamos de Petrocaribe. Esto es complicar una situación que es favorable para todo el país.
-Otro de los asuntos que tenemos que debatir es el tema cambiario, y es que durante muchos años se nos vendió la idea del anclaje cambiario, así como de su ajuste como un instrumento antiinflacionario. “No podemos devaluar al tipo de cambio porque se va a encarecer el componente importado que desquicia la inflación, y entonces se va a erosionar la calidad de vida de nuestra gente”. ¡Pero señor, si el año pasado la inflación fue de 56,3%!
-Este mismo año llevamos 30% de inflación con un anclaje cambiario en el que, supuestamente, el 80% de las divisas se iban a liquidar a 6,30 y resulta que una de las peores aberraciones de esta cultura rentística es que se reciben dólares a ese precio y luego el precio de venta al público se fija como sí se estuviera recibiendo en dólares a 11, a 56 o, peor aún, como si las divisas se hubieran adquirido en el paralelo.
-Aquí hay que comenzar por entender que si las medidas no se toman este año, en un momento en que no hay elecciones, y la decisión se deja para el año que viene; de nuevo la variable del costo político va a posponer unas decisiones tan fáciles para corregir esta situación, tal va a ser el deterioro de la situación económica, su impacto sobre toda la sociedad, que el gobierno perdería las elecciones parlamentarias de 2015.
-La oposición terminaría desmontado todo el marco legal que ha creado el gobierno para gobernar; estaría, prácticamente, activado, el referéndum revocatorio de 2016 y en estas condiciones, que hemos descrito, un gobierno de la oposición sería muy difícil de conducir por la cantidad de problemas que heredaría.
-En consecuencia, la MUD debería apostar y facilitar la adopción de estas decisiones que están al alcance de las manos: sincerar el precio de la gasolina, unificar la tasa de cambio, reforma fiscal, volver a la anterior Ley del BCV; prohibir el financiamiento del déficit fiscal y una quinta que sería reorientar todos los incentivos de política arancelaria, fiscal, cambiaria, monetaria, compras gubernamentales, todo en función de la reactivación del aparato productivo del país.
-Si eso sucede nosotros podríamos tener en dos años una economía ya saneada, y podamos corregir todas estas situaciones, y todos estos impactos. Eso pasa incluso por lanzar la posibilidad de un gobierno de coalición. Esa es una de las cosas que tenemos por delante, y que habrá que discutir.